Matt Izquierdo nos abrió las puertas de su casa para charlar acerca de su trabajo, sus influencias y la manera en la que se está desenvolviendo en el mundo de las esculturas.
Es muy común ver en la actualidad una gran cantidad de artesanos realizando esculturas relacionadas a la cultura geek. El mundos de los superhéroes, zombies y criaturas se ha vuelto tan popular que todos queremos tener en nuestra repisa nuestra figura favorita. Sin embargo, pocos artistas tienen la calidad y dedicación que Matias Izquierdo, o Matt Izquierdo, su nombre artístico.
A sus 33 años, ha logrado perfeccionar su técnica para transformarse en un artista completo que día a día va evolucionando en su manera de trabajar para lograr piezas cada vez más realistas.
“Dibujo desde chico, siempre me gusto el arte, muy incentivado por mi vieja, una mina que siempre le gusto la música, el dibujo y me introdujo en ese mundo. Como era muy quilombero de chico y no saliera a la calle, me hacia dibujar en casa y tenía toda la casa con dibujos mios pegados en la pared, entonces hacíamos tipo galería de arte y me hacia flashear de esa manera”, explica Matt, que ubica a su mama entre sus máximos impulsos al momento de realizar sus primeros pasos en este camino.
Como leía muchos comics de chico, el dibujo fue orientado por ese lado: “Gracias a un amigo, que vio que dibujaba bien, me traía los comics marcado en ciertas paginas y me decía ‘quiero que me hagas el dibujo de tal y tal pagina’ y yo los hacía en grande y se los cobraba 25 centavos”.
Luego de terminar el colegio, comenzó a estudiar distintas carreras que lo llevaron por variados caminos, sin encontrar realmente la rama del arte y dibujo que más lo identifique. Comenzó con diseño gráfico, para luego estudiar en el IUNA y abandonar tras un año de cursada.
A pesar de que siempre estuvo trabajando en distintos lados, nunca dejó de dibujar ni se mantuvo alejado del arte, ya que el objetivo final siempre fue el mismo, y es básicamente lo que planeamos todos: poder vivir de lo que uno ama. “Yo en lo único que pensaba era en el dibujo”, confiesa Matt. El punto culmine del estudio fue en el Magisterio Nocturno de Bellas Artes “Rogelio Yrurtia”, donde se recibió de Maestro Nacional de Dibujo ya que ahi conoció la escultura y pudo empezar a transitar el camino para convertirse en el artista que es hoy en día.
Su primer escultura fue hace 5 años. Gran fan confeso del Señor de Los Anillos, realizó un Boromir “cagado a flechazos”. A pesar de que el resultado fue un tanto desastroso, principalmente porque lo realizó en masilla, un material que da poco tiempo para moldear y maniobar, Matt siguió estudiando y perfeccionando el diseño de las esculturas.
Luego de casi dos años de mucho trabajo y estudio, comenzó a definir su estilo y empezó a crear esculturas con una calidad impresionante. “Yo tengo una política de laburo: A mi me puede pedir lo que quiera la gente, pero si no me gusta no lo hago. Porque es hacerlo sin ganas, algo que no me cebe y el resultado no va a ser el mejor”
“Soy demasiado autocrítico en todo, a veces revisó laburos viejos y pienso qué mejoras le haría, es bueno eso porque sino uno no crece”, afirma Matt, mientras explica que en este tipo de arte constantemente vas incorporando conocimientos para perfecciona la manera de trabajar. La velocidad del trabajo depende tanto de la complejidad como también del interés del artista: Hay laburos que me llevan un año y otros que los saco en 20 días porque me ceban mucho, como es el caso de los zombies”.
A pesar de que le gusta mucho la ciencia ficción y el arte fantástico, no tiene problemas de realizar trabajos de todo tipo: “Soy muy abierto para realizar cualquier laburo. Lo que más disfrutó de los trabajos son los detalles, las facciones de la cara las arrugas”. Cuando ves los trabajos que realiza Matt, te das cuenta que es cierto lo que explica, ya que cada centimetro de sus laburos tienen un detalle, algo que lo hace cada vez más real. No hay nada dejado al azar, todo está en perfecta armonía y composición; y eso es lo que hace de Matt Izquierdo un escultor muy completo. La experiencia y el paso de los años le otorgó una técnica pocas veces vista en los artistas, tanto del under como del mainstream.
El momento en el que comenzó el rédito económico fue cuando empezó a publicar sus esculturas en su facebook personal y vio las positivas devoluciones que recibía, tanto de colegas como de personas ajenas al arte que se quedaban encantados con los trabajos.
El deseo personal, es poder vivir enteramente de las esculturas. “Yo aspiro siempre a lo grande, porque sino te quedas chico. Mi deseo es tener mi propia marca, tal vez trabajar para alguna marca grande, pero luego poder ser yo mismo. Me importa que haya un reconocimiento al artista. El año que viene tenemos pensado arrancar con un colega, un seminario de escultura para poder enseñar y a la vez crear un trabajo en equipo”, explica Matt Izquierdo que además tiene en mente, en el corto plazo, realizar copias de sus trabajos con materias más económicos para poder venderlos a un precio más accesible y que todos tengan la posibilidad de comprar una escultura.
¿Te gustaron sus laburos? No pierdas tiempo y visita su página de Facebook.