Sam Raimi, uno de los productores del film, reconoció en una reciente entrevista que la película de The Last of Us no está avanzando y se encuentra actualmente estancada.
Screen Gems había anunciado con bombos y platillos en marzo de 2014 la adaptación cinematográfica de The Last of Us, el videojuego de Naughty Dog lanzado en junio de 2013 que se transformó rápidamente en uno de los juegos más vendidos e importantes de la historia.
Sin embargo, Sam Raimi, uno de los productores responsables de la película de The Last of Us, expreó en una reciente entrevista al sitio IGN que la producción del film está a priori estancada. El principal problema se encuentra en las distintas perspectivas entre Sony y el resto del equipo creativo para llevar a cabo el guión del film. Neil Drukmann, guionista responsable de la historia dentro del videojuego y que participará en la película, afirmó hace unos meses, entres otras cosas negativas sobre el tema, que “no se ha hecho ninguna clase de progreso desde hace un año y medio”.
Sam Raimi, por su parte, fue mucho más contundente: “Bueno, desafortunadamente, cuando hablamos con Neil y Ghost House Pictures esperábamos los derechos como con todos los proyectos. En este caso, Sony, con los que tienen una estupenda relación, tenían sus propios planes para el asunto, y no eran los mismos que tenía Neil. Y dado que no disponemos de ellos, no puedo ser de mucha ayuda. Incluso siendo yo uno de los productores elegidos por él, vendió sus derechos a Sony, quienes me contrataron como productor, y no puedo conseguírselos a él, por lo que no depende de mi que se pongan de acuerdo. Si deciden ponerse de acuerdo, estaré encantado de volver al trabajo”.
El cineasta está interesado en el proyecto, pero afirma que necesita de una mejor predisposición para llevar a cabo el proyecto: “Sí, sigo interesado en ello. No estoy del todo seguro de lo que ello implica. Ahora mismo se basa en esperar sentados. No quieren seguir adelante, y no es competencia mía decir por qué, y Neil, creo, está en desacuerdo con ellos sobre cómo las cosas deberían funcionar, por ello la producción está estancada. Yo no tengo el poder para moverlo”.