Al contrario de lo reportado inicialmente, los ejecutivos de Disney y 21st Century Fox seguirían aún sentados en la mesa de negociaciones.
Desde CNBC, el medio que originalmente tuvo la primicia de las negociaciones, David Faber informa que la compra por parte de Disney de los estudios de cine y televisión de 21st Century Fox todavía continua siendo un posible desenlace en el futuro cercano. Aunque inicialmente el reportaje original describía una mesa de negociaciones fría, casi abandonada, estos nuevos reportes llenan de esperanza a los fans que quieren ver a Wolverine y a Iron Man compartir pantalla (y de terror a los cultores de las teorías de conspiración y opositores al monopolio).
Faber también reportó que seguido a la noticia de la potencial compraventa, el valor de las acciones de ambas compañías involucradas tuvo un salto positivo. En 21st Century Fox se vio un incremento del 4% en el valor de las acciones. Mientras que en la Casa del Ratón, donde se habían hecho públicas las ganancias del año fiscal corriente solo unos días antes, el salto fue de 2.9%. A lo largo de la semana, según el sitio especializado FactSet, Disney ha crecido en valor un 7 por ciento, mientras que Fox lo hizo 18 por ciento.
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Como exploramos en nuestro reportaje original, las ramificaciones de la masiva operación económica que podrían ascender a un monto astronómico de entre 20 y 30 miles de millones de dólares, son amplias y difíciles de calibrar. Para comenzar, sí, los personajes de Marvel que ahora son propiedad exclusiva de Fox en la pantalla, los X-Men y los 4 Fantásticos los más famosos, podrían ser incorporados al universo cinemático de los Avengers.
La compañía de Walt también acumularía los derechos de distribución de todos los productos relacionados a Star Wars. Por otro lado, se crearía un conglomerado mediático de una envergadura como jamás se vio, con un control vasto sobre la producción y circulación de entretenimiento a nivel mundial.
Según trascendió, la principal motivación detrás de la operación es el deseo de Disney de acumular propiedad intelectual y derechos de productos audiovisuales de cara al lanzamiento de su propia plataforma de streaming en 2019. Mientras tanto, Fox está abierto a vender en un esfuerzo por focalizar su energía en sus canales de noticias y deportes.
Por lo tanto, la novela Disney-Fox continúa y nos mantiene a todos en vilo.