El Barry Allen alegre y entusiasta que conocimos quedó atrás. La segunda temporada de The Flash comenzó presentándonos a un Barry diferente, solitario, consumido por la culpa y devastado por los desastrosos acontecimientos pasados.
Regresamos a Central City seis meses después de que aquel agujero negro casi la consume por completo en el final de la temporada pasada, para encontrarnos con que lo único que desapareció desde entonces fue el Equipo Flash. El caos y el daño causado por aquella “singularidad” hicieron reconsiderar a Barry el riesgo que sus seres queridos corren a su lado por lo que decidió desintegrar el equipo, alejarse y continuar con su trabajo por su cuenta.
Otro superhéroe solitario.
Tras el suicidio de Eddie Thawne, pronto descubrimos que Ronnie (Firestorm) también se sacrificó aquel día para salvar la ciudad durante la aparición del agujero negro. Para Barry es inevitable sentirse culpable de esta perdida, como la de muchas otras personas en su vida. Sin madre, sin padre, sin mentor y ahora sin amigos alrededor, tenemos un panorama trágico para el hombre más veloz con vida.
Pero la realidad es que Barry está más acompañado que nunca. Central City ahora reconoce y acepta la existencia de los metahumanos y venera a Flash por haberlos salvado de la destrucción total. Miles de personas gritan orgullosos el nombre de Flash en la celebración de su día. Mientras que durante todo el capítulo vemos como su equipo, a pesar de las propias peticiones que les hizo, se reúne poco a poco para apoyarlo y enfrentar las nuevas amenazas.
“Su mundo está en peligro”
Cuando aparece un metahumano que puede aumentar su tamaño y fuerza a gusto, y que además tiene el rostro de un ciudadano de Central City que ha muerto, el Equipo Flash termina por reunirse para hacerle frente a esta misteriosa persona, quien no es más que el encargado de presentarnos al villano de esta temporada.
Luego de que Flash lo enfrenta y lo deja noqueado, este le revela que sólo quería matarle porque de esa manera Zoom le permitiría regresar. Pero, ¿Quién es Zoom? ¿Regresar a dónde? ¿Y por qué tenía la apariencia de otra persona?
Todas estas preguntas tienen una respuesta: otro mundo, una realidad paralela. Así es como la serie nos presenta sutilmente que durante esta temporada nos enfrentaremos a estas dos realidades y a este nuevo personaje llamado Zoom, capaz de moverse entre ambas.
No por nada, al final del episodio un hombre que se hace llamar Jay Garrick (!) aparece de la nada para decirle al equipo que “su mundo está en peligro”.
Un pequeño final feliz.
Quizá lo mejor de este inicio de temporada fue que le dio fin a varias tramas pasadas. Con la aparición de la grabación del Dr. Wells donde confiesa ser el asesino de Nora Allen, Barry logra finalmente sacar a su padre de la cárcel y cerrar ese doloroso ciclo de su vida (a pesar de que inmediatamente, su padre le dice que no cree que sea el momento para estar juntos ¡y lo abandona!).
Pero bueno, al dejar todo lo pasado atrás nos encontramos con el terreno libre de enemigos y tramas inconclusas; es la oportunidad perfecta para la serie de construir su futuro y el de sus personajes. La oportunidad perfecta para presentar el complejo universo que nos tiene preparados. ¡Estamos listos para conocer las nuevas realidades que nos depara!
Por Eduardo Sánchez