Con solo una temporada, Netflix bajó la guillotina y canceló oficialmente la serie de Resident Evil, estrenada a comienzos de julio.
Si siguieron las redes sociales durante el estreno de la serie live-action de Resident Evil, no estarían sorprendidos por esta noticia. A solo 45 días de su estreno y con críticas mixtas en la prensa especializada, Netflix decidió cancelar la adaptación con una sola temporada en su haber. Una producción que buscó darle una vuelta de tuerca a la franquicia, poniendo el foco en la hija de Albert Wesker y un futuro apocalíptico.
Netflix no toma este tipo de decisiones basadas en las críticas (un 55% en Rotten Tomatoes) sino por el indice de audiencia y visualizaciones que tiene cada producto en la plataforma, y si bien la plataforma de streaming no suele revelar estas métricas (menos cuando son negativas), que haya desaparecido del top 10 de lo más visto de forma tan rápida es un indicador del poco interés que cosechó.
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A diferencia de los videojuegos, Resident Evil todavía no logró una adaptación en 25 años de historia que logré un nivel de popularidad o éxito consensuado en el público.