Iron Fist se reivindicó por completo en su segunda temporada.
La primera temporada de Iron Fist fue destrozada por la mayoría de los críticos por su infidelidad a la cultura asiática. La mezcla entre karate, kung-fu y el joven blanco norteamericano experto en dicha cultura que camina descalzo por la 5ta Avenida, no fueron los ingredientes perfectos para explotar al nuevo personaje.
Además, su historia no es muy diferente a la de Oliver Queen o Bruce Wayne, por lo que se necesitaba algo más para que rompa las taquillas. Sin embargo, los fans la recibieron con los brazos abiertos y marcó uno de los mejores estrenos de Netflix para el 2017.
Su paso por The Defenders y la reciente segunda temporada de Luke Cage, lo transformaron en un héroe a la altura de las circunstancias. Ya en el show del guardián de Harlem, se lo notó evolucionado, con un compromiso y una causa que seguir. Los conflictos de identidad fueron remplazados por la misión que le encomendó Daredevil en las ruinas de Midlan Circle: proteger Nueva York.

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Así encontramos a Danny Rand (Finn Jones) viviendo con su pareja Collen Wing (Jessica Henwick) en el ex-dojo, ahora reformado en un conveniente loft. En escena aparecen los mismos personajes de la primera temporada, pero en diferentes roles, ya que Ward Meachum (Tom Pelphrey) ahora es el hermano incondicional, mientras que Joy (Jessica Stroup), resentida por años de mentiras, consigue un nuevo aliado con intereses particulares.
En Nueva York comienzan a hacerse evidentes los conflictos territoriales entre las diferentes mafias (tema recurrente en todas las series del conglomerado) y nuestros héroes comienzan a involucrarse de lleno, para descubrir que todo gira alrededor de un plan orquestado por Davos (Sacha Dhawan), el antiguo compañero de Danny en K’un-Lun.
Los rencores de la primera temporada salen a la luz con un Davos desconforme por el uso que Danny le da a su manto sagrado. Junto con los recursos de Joy Meachum, lleva a cabo un plan para reclamar ese poder divino para sí mismo. Esta alianza trae consigo otro enemigo para el joven defensor: Typhoid Mary (Alice Eve). Este personaje en los comics está vinculado a Daredevil como una examante y también a Deadpool, con quien trata de vengarse del Diablo de Hell’s Kitchen. Sus habilidades provienen de su mutación y están vinculadas a poderes psíquicos, en especial a la piroquinesis.

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Sin embargo, su origen en este universo está vinculado con un pasado en las fuerzas especiales enviadas a Sokovia. (Hermosa referencia para todos nosotros). Prisionera por más de dos años, descubre que en su cabeza no está sola, sino que conviven (por los menos) dos personalidades, una de ellas capaz de asesinar a todo un batallón. Con estas habilidades es contratada para secuestrar a Danny en pleno Nueva York y llevarlo ante un ritual que lo dejaría sin el corazón del dragón.
El resto de los capítulos, fluyen sin esfuerzos mayores y profundizan muy bien a todos los personajes. A falta de Claire Temple, la detective Misty Night (Simone Missick) aporta también a la trama y nos sigue dejando con ganas de que se conformen de manera oficial Las Hijas del Dragón junto con Collen.
Este personaje es el que se llevó la mayor evolución de todos. Al principio de la temporada, descubre una caja de madera que le hace recordar cosas del pasado vinculadas a su madre. Después de una pelea con Steel Serpent, es decir, Davos siendo el nuevo Iron Fist, Danny descubre que esa caja está relacionada con un mito sobre una antigua portadora del Puño de Hierro, y al revertir del ritual de Davos, le parece más apropiado que la misma Collen reciba el poder de Shou-Lao ya que es una legítima heredera.

Entonces, llegamos a un final de temporada donde Collen recibe un puño blanco resplandeciente y Davos conserva los dos puños naranjas hasta que después de una magnífica coreografía de lucha, es despojado de su poder y arrestado por Misty que al parecer tiene más jurisdicción que el presidente.
Marvel y Netflix vienen terminando sus temporadas con los protagonistas totalmente convertidos: Frank Castle se cobró todos los crímenes contra su familia, Jessica se encuentra sola y sin rumbo después de que Trish mató a su madre, Luke es el nuevo gangster de Harlem y Matt está en un convento dado por muerto. Por su parte, Danny dejó Nueva York en manos de Collen y se embarcó en una misión junto con Ward para descubrirse a si mismos.
La escena post-crédito del show nos deja completamente expectantes para lo que puede llegar a venir, ya que vemos a Danny con dos puños resplandecientes y transmitiendo su chi a dos armas de fuego. Ésto proviene de los comics también, ya que el predecesor Iron Fist, Orson Randall, había aprendido a dominar dicha habilidad. Mientras tanto Collen hace lo propio con su katana. Evidentemente ambos pudieron conservar sus poderes, así que no está descartado que Davos haya podido hacerlo también.

Sin embargo, en las últimas horas un comunicado de Netflix anunció que no harán una tercera temporada del arma viviente. “Iron Fist de Marvel no regresará para una tercera temporada en Netflix. Todos en Marvel Television y Netflix están orgullosos de la serie, además de agradecidos por todo el trabajo duro de nuestro increíble reparto, equipo y showrunners. Estamos agradecidos con los fanáticos que han visto estas dos temporadas y por la colaboración que hemos compartido en esta serie entre los dos estudios. Mientras que la serie en Netflix ha terminado, el inmortal Iron Fist seguirá vivo”.
Si bien nos deja la pauta que podría llegar a aparecer en alguno de los otros shows, no se sabe si la cancelaron ahora para poder desarrollar una tercera temporada en la plataforma de streaming que Disney planea lanzar el próximo año.
