Con Henry Cavill a la cabeza, Netflix nos sumerge con The Witcher en el mágico y complejo universo creado por Andrzej Sapkowski.
(Antes de comenzar la nota, aclaro de antemano que no hay en lo absoluto spoilers sobre la trama y desarrollo del argumento, por lo que pueden leer sin problemas)
¿La nueva Game of Thrones?, ¿está a la altura de los libros?, ¿hay elementos de los juegos de CD Projekt a pesar de que dijeron que no?, ¿Henry Cavill es el actor correcto para Geralt de Rivia? Muchas de estas preguntas se vienen haciendo desde mayo de 2017, cuando nos enteramos que Netflix realizaría una serie live-action de The Witcher, la obra literaria creada por Andrzej Sapkowski.
La saga cumplió este 2019 26 años desde el lanzamiento de El Último Deseo, primer libro de la saga en el que vimos en acción al brujo Geralt De Rivia, dentro de un mundo en el que la magia y las criaturas fantásticas son un habitué, pero que además subraya una connotación política y social bastante marcada en cada una de las aventuras publicadas.
Netflix tiene en claro que necesita un tanque de cultura pop lo suficiente poderoso para encontrar un sucesor a Game of Thrones. Lo conseguido por la ficción de HBO (a pesar de su última temporada) es algo que dejó un antes y un después dentro del mundo de la pantalla chica: una obra de “fantasía medieval” que lograba conquistar el corazón de millones de fanáticos.
Con sus marcadas diferencias, The Witcher mantiene algunas premisas similares a Canción de Hielo y Fuego de George R. R. Martin: un relato maduro, con personajes bien establecidos y definidos, donde todos tienen un propósito y un por qué dentro de la historia, que se va entrelazando con conspiraciones, magia y conflictos internos.
Después de haber visto la primera temporada, hay algo que queda claro: Netflix quiere llevar las cosas con calma en The Witcher, no pretende apurar los tiempos ni dejar por sentada algunos de los elementos de su universo. Su primera temporada no busca sobre explicar las cosas pero trata de llevarte de la mano, en estos primeros episodios recién veremos la punta del iceberg de todo lo que tiene para ofrecer esta historia de brujos, hechiceros, reyes y criaturas.
Gran parte de esta temporada se dedica a presentar a Geralt de Rivia, Yennefer de Vengerberg y Ciri, el triunvirato protagónico que recae sobre sus espaldas el desarrollo y la evolución de la historia. Es importante remarcar que la serie no está centrada exclusivamente en el personaje que encarna Henry Cavill: el foco de los eventos va cambiando de perspectiva varias veces por capítulo, logrando que todo avance en paralelo. De hecho, Geralt funciona como el gran nexo de todos los acontecimientos que van sucediendo en la historia pero en muchas ocasiones su perfil es más secundario, algo que le imprime cierta frescura a la evolución de los capítulos.
Entonces, el desarrollo de The Witcher supone una diferencia, por ejemplo, en lo que veíamos en temporadas más avanzadas de Game of Thrones, cuando teníamos dedicados capítulos enteros a una subtrama específica. Dicha decisión narrativa de compartir los tiempos de cada capítulo en los 3 protagonistas parte de esa necesidad que conozcamos, empaticemos y empecemos a encariñarnos con los personajes.
Todos los eventos que suceden durante esta primera temporada están basados y adaptados a lo que ocurre en los primeros libros de la saga, algunas con ciertas modificaciones que no vamos a spoilear, pero la serie no busca empaparnos de información sobre su universo de un plumazo.
El mundo creado por Andrzej Sapkowski es complejo, y tiene un desarrollo histórico de muchos siglos, en el que los gnomos, elfos, magos y otras criaturas dominaban “El Continente”, la región geográfica donde sucede la historia, pero que luego (tras varios acontecimientos en el proceso) tuvo la llegada de los humanos y, cuando no, comenzaron a emerger como los principales reinantes, desplazando a cada uno de ellos (incluso a los elfos, que fueron sus mentores).
Sin embargo, la serie no trata de sumergirse en el origen de su universo sino que nos va marcando estos eventos con situaciones dentro de la narrativa: por ejemplo, conflictos entre humanos y elfos es algo que veremos bastante a menudo desde diferentes perspectivas.
Esta cuestión de la ambientación y el contexto narrativo se ve apoyado por los personajes secundarios, que le aportan color a la historia y si bien no tienen un desarrollo tan sustancial son ese apoyo necesario para que los protagonistas puedan expesarse. De todos los que aparecen en este primera parte, me quedo definitivamente con Jaskier, un tipo tan exasperante como funcional a Geralt de Rivia.
¿Henry Cavill funciona como Geralt? Realmente, y aunque me sorprenda decirlo, sí. No soy un gran defensor del actor pero nuestro ¿ex? Superman sabe desenvolverse muy bien encarnando al reacio Lobo Blanco. La postura y su imposición de la voz también nos recuerda mucho al personaje que vimos en la trilogía de CD Projekt Red, pero donde más se luce es en el combate y ahí también logra replicar gran parte de la acción que se desarrolla en los videojuegos. Ese híbrido entre uso de las señales (los poderes de Geralt como brujo) y su destreza con la espada nos regala algunos momentos de acción realmente bien coreografiados.
En cuanto a la estética y ambientación, la serie logra reflejar ese espíritu de Edad Media europea con las vestimentas y diseños arquitectónicos que vemos en los diferentes ciudades y escenarios. El cgi de las criaturas va de menor a mayor, y salvo por algunos técnicos, la serie es visualmente atractiva.
Resumiendo, el debut de The Witcher con su primera temporada es, cuanto menos, prometedor. Estos episodios iniciales son el prólogo de una historia con muchos matices y aspectos para contar. Faltó bastante del componente político, pero es probable que sea una de las cuestiones a conocer en el futuro de la serie, que claramente no se puede quedar únicamente con 2 temporadas.
Netflix tenía un fierro caliente entre manos al momento de llevar a cabo una adaptación tan compleja como es la obra de Andrzej Sapkwoski pero, si el público y las críticas acompañan, puede ser el primer paso de una más que interesante producción.