La primera parte de la cuarta temporada de Stranger Things llega el próximo 27 de mayo y te contamos, sin spoilers, qué es lo que te va a esperar en Hawkins.
Cuanto tiempo pasó, cuanta agua fluyó sobre este río, pandemia de por medio y una industria del entretenimiento que tuvo que pegar mil volantazos. Netflix no fue la excepción y aún siendo Stranger Things una de sus producciones estrella, los retrasos le fueron imposibles de esquivar. No obstante, por fin recibimos la cuarta parte de esta serie que nos enamoró allá por 2016 con su propuesta única que mezclaba la nostalgia de los años 80 con esa justa cuota de terror, y que hoy nos vuelve a llevar a Hawkins y a sus alrededores para descubrir que los peligros no dan respiro a Eleven, Mike, Dustin y el resto del grupo. Al contrario, todo está más turbio y turbulento que nunca.
Cabe aclarar que, gracias a Netflix, pude ver los primeros cuatro y extensos episodios de esta temporada número 4, por lo que esta preview está fundamentada en el comienzo de esta continuación y sin haber visto aún la conclusión. Llegados los nuevos episodios, se actualizará este mismo artículo con el veredicto final.
La temporada 4 de Stranger Things viaja un año en el tiempo desde lo visto en la tercera. Sus primeros episodios se dividen en cuatro locaciones: en Hawkins, con Lucas como nuevo deportista estrella de su escuela, Mike y Lucas con su grupo de Dungeons and Dragons y Steve, Nancy y Robin resolviendo sus conflictos amorosos; la nueva ciudad en la que Eleven intenta adaptarse en su nueva escuela junto a Will; en la URSS en donde, como adelantaron los diferentes tráilers, Hopper busca sobrevivir tras haber sido encarcelado por los soviéticos; y en el siempre presente Upside Down, en donde ahora habita la mayor amenaza a la que el grupo de amigos se haya tenido que enfrentar: Vecna.
Y cuando digo “mayor” no es en vano. Los demogorgons son pan comido al lado de la amenaza que supone Vecna no solo para el grupo de amigos y todo Hawkins, sino directamente para el mundo entero. Cuando los hermanos Duffer revelaron que se inspiraron en Freddy Krueger para construir a la criatura, a esta versión del personaje de Dungeons and Dragons, había una razón. Tranquilos/as que no voy a entrar en terreno de spoilers, pero lo cierto es que estos nuevos episodios son, por lejos, los menos simpáticos de toda la serie. Claro que la producción sigue teniendo esos destellos de comedia y ternura que tanto nos encantaron desde el principio, pero ahora la cosa se puso verdaderamente oscura, y sus responsables no andan con tapujos a la hora de mostrarnos el verdadero poder y letalidad del antagonista.
Algo que hace bien esta continuación es el suavizar el paso del tiempo. Está claro que para los actores no pasó solo un año y lejos quedaron esos niños que protagonizaron las primeras partes, pero aún así su construcción se encarga de mezclar bien su salto a la adolescencia y su aún presente inocencia. Ahora los dramas entre ellos son más profundos, pero también sigue predominando el amor, la hermandad más incondicional y esa calidez que caracteriza a una formula que a esta altura no solo la convierte en una serie infalible, sino que también se convirtió a lo largo de todas sus temporadas en un sello de distinción de una producción que nunca perdió su esencia.
Por supuesto, el viaje a los 80’s sigue siendo otro de los mayores atractivos de Stranger Things, con todos esos elementos de la cultura pop de la época, las referencias al cine y las diferentes piezas musicales que completan una ambientación redonda. Lo que también ayuda a los nuevos episodios es el aumento de presupuesto: ese más de un millón de dólares por capítulo decanta en una temporada que claramente da un salto de calidad respecto a las anteriores, se permite incluir muchas más locaciones, mejora en todo lo que es creado por CGI y también suma sin limitaciones elementos de la época para contribuir a esta atmósfera en la que tanto hago hincapié y que ya es esencial para mantener el foco de la historia.
Si en el resto de episodios Stranger Things 4 sigue por esta senda, sin lugar a dudas, estaremos hablando del regreso al nivel de sus mejores temporadas. Eso sí, espero sepan tener cuidado con dos cosas: la primera es no excederse en lo inverosímil de su parte más terrenal (dentro de lo fantasioso de su argumento, claro está) y lo segundo es de no creer que sumar más y más personajes es parte de la fórmula del éxito. Quizás empezar a acotar un poco el elenco y centrarse en los pioneros termine por ser el mejor camino. Sin embargo, lo más importante es que después de los primeros cuatro episodios, estoy con muchas ganas de seguir viendo qué pasa con Eleven y compañía, y cómo pueden hacer frente a la mayor amenaza a la que se hayan enfrentado hasta el momento.